Alergia al sol: Causas, síntomas y tratamientos
¿Sabías que es posible tener alergia al sol? Mientras la mayoría de las personas disfrutan de los cálidos rayos solares, hay individuos cuya piel reacciona de manera inesperada y desagradable ante la exposición solar. Si te interesa conocer más al respecto, en este artículo abordaremos todo lo relacionado con esta afección. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es la alergia al sol y por qué se produce?
Aunque popularmente se conoce como ‘alergia al sol’, lo cierto es que no existe como tal. Este concepto se utiliza de forma genérica para hablar de ciertas alteraciones dermatológicas relacionadas con una exposición al sol normal. También se denominan fotodermatosis o enfermedades por fotosensibilidad.
En consecuencia, las causas de la alergia al sol variarán de un caso a otro. Por ejemplo, puede producirse por factores hereditarios, desencadenarse al tomar ciertos medicamentos o al entrar en contacto con algunas plantas.
En general, los síntomas de alergia al sol engloban los aspectos que te enumeramos a continuación. No obstante, debemos aclarar que la sintomatología es diversa de una enfermedad a otra. En cualquier caso, puedes sospechar si percibes:
- Erupciones cutáneas en las zonas de exposición.
- Enrojecimiento de la piel.
- Picazón y ardor.
- Hinchazón.
- Protuberancias o lesiones cutáneas.
Tipos de afecciones más comunes por la alergia al sol
Dentro del grupo de las fotodermatosis, algunas de las patologías más destacables son las siguientes:
- Erupción polimorfa solar: Se caracteriza por la aparición de pequeñas ronchas o manchas en áreas de la piel (escote, brazos o piernas) pocas horas después de recibir la radiación. Un dato curioso es que suele surgir en primavera o inicios del verano, cuando la piel aún no está acostumbrada a la exposición solar.
- Urticaria solar: Se produce debido a una respuesta inmunológica anormal a la radiación ultravioleta. En este caso, lo que aparecen son habones o ronchas elevadas. Se dan en cualquier parte del cuerpo y suelen emerger a los pocos minutos de estar al sol.
- Porfirias cutáneas: Son un grupo de trastornos genéticos que afectan a la producción de porfirinas, sustancias necesarias para la formación de la hemoglobina, el componente principal de los glóbulos rojos. Estas porfirias se caracterizan por la acumulación de porfirinas en la piel y otros tejidos, lo que puede provocar sensibilidad extrema a la luz solar.
- Prurigo actínico: Es una rara enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición recurrente de ampollas y lesiones similares a la viruela en áreas expuestas al sol. Afecta principalmente a niños y adolescentes, aunque también puede presentarse en adultos.
Tratamientos para la alergia al sol
Como te hemos contado, cada patología es diferente y, por tanto, no podemos hablar de tratamientos para la alergia al sol que sean efectivos para todo el mundo. Pese a ello, es cierto que los profesionales de la salud suelen emplear corticoides tópicos, soluciones astringentes y antihistamínicos para tratar los principales síntomas de las afecciones fotoalérgicas.
Dicho esto, sí que hay ciertas recomendaciones generales que puedes seguir para conseguir mejorar tu dolencia.
- Es esencial evitar en la medida de lo posible la exposición al sol. En caso de hacerlo, recuerda usar protección solar adecuada. Lo ideal es aplicar un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 en todas las áreas expuestas de la piel, incluso en días nublados. Elige productos que sean adecuados para pieles sensibles y evita los que contengan fragancias o ingredientes irritantes. Ten en cuenta, además, que deberás reaplicar el producto cada cierto tiempo para que siga siendo efectivo. Lo apropiado es cada dos horas y siempre después de nadar o sudar.
- Otro aspecto fundamental es identificar el agente causal de dicha reacción. Si tu fotoalergia es debida a determinados ingredientes, deberás ser consciente de qué tipo de medicamentos y productos los contienen para esquivar nuevos contactos.
- Usa prendas holgadas y prescinde de aquellas que resulten demasiado ceñidas. Asimismo, opta por tejidos naturales que contribuyan a la correcta transpiración de la piel. Si vas a estar al sol, viste ropa que cubra lo máximo posible el cuerpo y un sombrero de ala ancha.
- Las duchas frías pueden ser un método beneficioso para calmar el dolor de las erupciones. Te recomendamos no emplear toalla para secar las zonas afectadas.
- Aplica humectantes. Este tipo de productos te serán muy útiles para mantener la hidratación de la piel y aliviar la irritación propia del cutis seco.
Si has llegado hasta aquí, ya sabes un poco más sobre qué es la alergia al sol y sus posibles tratamientos. No cabe duda de que esta afección repercute en la calidad de vida de las personas que la padecen. Si crees que podrías estar desarrollando este problema, lo mejor es que acudas con un profesional de la salud. De este modo, recibirás el diagnóstico adecuado y su correspondiente tratamiento.