Cómo hacer una limpieza facial en casa
Es recomendable que hagamos una limpieza facial, al menos, cada 15 días, si tenemos la piel grasa, mixta o normal. Lo que para este tipo de pieles es el mínimo, para los rostros secos o sensibles es el máximo. Como ves,conocer nuestro tipo de piel es esencial, y no sólo para saber con qué frecuencia hacer la limpieza, sino también para escoger bien los productos que vamos a utilizar.
Lo más importante que debes saber es que cuidar de tu piel es un trabajo constante, del que no obtendrás resultados increíbles tras dos días de cuidado facial. Según los expertos, los mejores tratamientos para cuidar tu piel consisten en lavar la cara dos veces al día (con un limpiador de base oleosa y otro jabonoso) y el uso de protector solar (sí, cuando no hace sol, también; sí, en invierno, también; sí, si no vas a salir de casa, también).
Si en el cuidado de nuestra piel queremos incluir una rutina de limpieza varias veces al mes, genial, y sí nos proponemos una rutina facial diaria, mejor imposible. Pero no podemos pretender que un par de limpiezas al mes hagan magia (aunque nunca están de más), pues esto solo nos desanimará a la hora de cuidar nuestro cutis. Ahora que ya sabes todo esto, esta guía sobre cómo hacer una limpieza facial en casa te lo pone mucho más fácil.
Cómo hacer una limpieza de cutis en casa
Vamos a analizar, paso a paso, cómo hacer una limpieza facial en casa. De esta manera, no solo conocerás los pasos a seguir, sino que también entenderás para qué sirve cada uno y podrás escoger los productos más adecuados dependiendo de tu tipo de piel.
Desmaquillar / limpiar en profundidad
Los productos pensados para desmaquillar la piel, aunque nos sorprenda, no sólo son necesarios cuando nos hemos maquillado. Sobre la piel se posan partículas de suciedad a lo largo del día y de la noche, por lo que una limpieza con los productos adecuados es recomendable en cualquier caso. Podemos limpiar nuestra piel con un desmaquillante de base oleosa, que elimina impurezas, sebo y restos de maquillaje, y, después, con un gel o espuma que nos ayude a retirar células muertas e impurezas acuosas.
Aplicamos estos productos sobre la cara y la masajeamos con los dedos durante unos minutos. Para retirar los limpiadores podemos usar discos desmaquillantes o una toalla facial semihúmeda (esta última es más recomendable en el caso de pieles secas o sensibles). Un buen truco es añadir algunas gotas de aceite esencial de lavanda al agua tibia con la que humedecemos la toalla, pues tiene propiedades hidratantes y tonifica y estimula el buen aspecto de nuestra piel.
Exfoliar la piel
Exfoliar la piel regularmente es muy importante, pues los poros se obstruyen con las células muertas que nuestra piel produce cada día. De esta forma, nos aseguramos de que todo lo que nos pongamos en la cara realmente pueda penetrar en nuestra piel y hacer su trabajo. Existen dos tipos de exfoliación para hacer una limpieza facial en casa, la mecánica y la química.
La exfoliación mecánica puede hacerse con productos cosméticos o caseros (como una mezcla de aceite de oliva virgen extra y azúcar) y debemos aplicarla con suavidad, sin apretar demasiado, para no dañar nuestro cutis. Por ello, no es recomendable para pieles sensibles o secas, pues puede dañar la piel o eliminar la protección natural que tiene ante agentes externos.
La exfoliación química viene de la mano de productos con ingredientes que se introducen en los poros e imperfecciones y hacen salir la piel muerta y suciedad al exterior, para que la retiremos después con una toalla facial humedecida con agua tibia. En ambos casos, debemos evitar arrastrar bruscamente los productos de nuestra cara, para no dañar la piel.
Masajear la piel con sérum
Después de la limpieza profunda, la piel necesita un extra de hidratación. Aplicar un sérum que se adapte a tu tipo de piel es una gran idea. Y si, además, masajeamos nuestra piel con las manos o alguna herramienta (como las utilizadas para Gua Sha). De esta forma, estimulamos la circulación sanguínea y mejoramos la capacidad de absorción de nuestra piel.
Hidratar la piel
Este es momento de hidratar la piel con nuestra crema hidratante de confianza o, si tenemos tiempo y queremos dejar que nuestra piel repose y se hidrate en profundidad, podemos utilizar una mascarilla hidratante. Esto no solamente nos sirve para conseguir una reparación facial más profunda, sino que nos ayuda a relajarnos y mimarnos con la calma que nos merecemos. Si has realizado esta limpieza de día, ¡no olvides terminar aplicando una crema solar de calidad! Siguiendo estos pasos, esperamos haber respondido a la pregunta de cómo hacer una limpieza facial en casa. Como ves, es muy sencillo y, con un poco de constancia, nuestra piel nos agradecerá con creces que la cuidemos de esta manera