Cómo elegir el mejor protector térmico para tu pelo
La deshidratación y rotura del cabello están muy relacionadas con las herramientas que utilizamos sobre él. Planchas, secadores, rizadores, tenacillas… Las altas temperaturas a las que lo sometemos pasan factura, por eso es tan importante protegerlo para evitar esa sequedad y debilidad. ¿Cómo podemos hacer eso? ¡Muy fácil! Los protectores térmicos son grandes aliados en esta lucha.
Eligiendo un protector térmico para tu cabello
Lo primero que tienes que saber antes de elegir el mejor producto para tu tipo de cabello es que no es lo mismo un protector térmico que un protector solar para el pelo. El sol, el mar y la piscina también provocan muchos daños en el cabello durante el verano. Los rayos ultravioleta queman la cutícula y producen encrespamiento. Y para combatir esos efectos existen los protectores solares.
Por su parte, la función de un protector de calor para el pelo es, como su propio nombre indica, proteger del calor de las herramientas térmicas para evitar que estas afecten a la estructura del cabello. Un protector térmico es como un escudo que reduce el riesgo de rotura y el daño que causa el calor.
Y es que las altas temperaturas destruyen la queratina, dañan la cutícula, deshidratan el pelo, le hacen perder brillo y luminosidad e incluso pueden provocar una mayor caída al quebrarlo o quemarlo. Así que ya sabes… Antes de secar, alisar o rizar tu cabello la próxima vez, ¡compra un protector térmico e inclúyelo en tu rutina!
Tipos de protector térmico para el pelo
Cualquier protector térmico para el pelo cumple su función principal: proteger la fibra capilar de las agresiones provocadas por las herramientas térmicas gracias a que contienen proteínas de trigo, aceites o siliconas, entre otros ingredientes. Dependiendo de su ingrediente principal, tendrá unos beneficios u otros según el tipo de cabello.
Además de esa función principal, su composición puede ofrecerte otras ventajas como mayor hidratación, fortalecimiento del cabello, un alisado más duradero, un mejor mantenimiento del color o una mejor textura del pelo. Aunque el spray es la manera más frecuente de encontrarlos, hay otros tipos de protector térmico en forma de aceites o cremas.
Para cabellos lisos o finos lo mejor será evitar los aceites y optar por productos a base de agua y en spray. Los rizados y encrespados necesitarán protectores térmicos que también hidraten; mientras que los teñidos deben evitar utilizar regularmente planchas o secadores y complementar el protector con champús específicos y acondicionadores.
Si buscas un protector de calor para plancha, una buena opción es el spray Lissea, de Rene Furterer, un alisante que protege la fibra capilar de las agresiones térmicas de la plancha hasta una temperatura de 220º y optimiza un alisado de larga duración. Su efecto antihumedad es ideal para cabellos rebeldes, ya que deja el cabello suave y brillante.
Otros protectores térmicos como OSIS+, de Schwarzkopf, son perfectos para proteger de la humedad, suavizar el cabello y reducir el encrespamiento. En cambio, si tu preocupación es el color y el brillo de tu pelo, entonces prueba un producto que contenga queratina, como el tratamiento triactivo de Azalea.
Son muchas las opciones. Para elegir la mejor para ti ten en cuenta tu tipo de cabello, el tipo de protector de calor para el pelo, sus beneficios y algo muy importante: la frecuencia con la que usas las herramientas térmicas. ¡Proteger tu cabello es esencial para tener una melena saludable!